
Escribe Alfredo Bruno
Cualquier cosa, menos valiente.
La renuncia del Alcalde de la Floresta, Canelones, si bien esperada a la luz de los bochornosos detalles de su gestión, ya ha tenido consecuencias impensadas en algunos de quienes pretender disputar la principal candidatura de la fuerza política opositora. En efecto, en tanto el Intendente de Canelones Yamandú Orsi se refirió a la renuncia del acusado como «un acto valiente», su colega de Montevideo Carolina Cosse tomó el camino que le resulta más difícil y optó por permanecer en silencio sobre el caso.
«Fue una decisión muy valiente porque él no coincide en las declaraciones, no comparte exactamente lo que dicen los funcionarios», indicó el Intendente de Canelones en dialogo con el programa Arriba Gente de Canal 10. El Jefe comunal se refería a más de una decena de denuncias presentadas por funcionarios de ese Municipio sobre la comisión de presuntos hechos de acoso laboral y violencia de género por parte del renunciante Alcalde de La Floresta, Néstor Erramouspe, los que fueran ratificados en los últimos días por la Dirección Jurídica de la Intendencia de Canelones, que preparaba un informe para un eventual Juicio Político.
De esta forma Orsi sienta su posición sobre el punto, que generara la discrepancia de su correligionaria la Senadora Lilian Kechichián, al señalarle que nada tenía de valiente, en tanto era la única posición posible tras el informe de la Jurídica.
No es esa, empero, la única lectura que puede hacerse de las declaraciones del Intendente Orsi, que una vez más revelan su real compromiso democrático, como sucediera al calificar tiempo atrás como un gobernante «Clase A» al gris okupa del sillón de Rivadavia.
Según sus declaraciones, para Orsi es un acto de valentía el escapar de las responsabilidades de los propios actos y pretender así sustraerse al juicio de los mismos, en tanto además pone en pie de igualdad a las declaraciones de múltiples denunciantes y pretende convertir en una cuestión de detalles baladíes lo que fuera objeto de la condena de la propia Dirección Jurídica de la administración que encabeza.
Asimismo, omite prolijamente referirse al gran tema de fondo, las denuncias por el manejo al menos dudoso de toneladas de alimentos que se entregaran con destino a presuntas ollas populares que ya se ha constatado no existían, lo que va mucho más allá de una exclusiva responsabilidad personal del ahora ex Alcalde y podría significar la existencia de toda una organización delictiva en torno al punto.
No resulta desatinado suponer que el «acto valiente» al que se refiere Orsi haya sido el renunciar a un cargo en procura de detener una investigación que podría involucrar a más personas y llegar hasta al propio ámbito de las Direcciones de la Intendencia de Canelones.
L’ Omertá
Así lo parece sugerir también las declaraciones del Presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, quien manifestó que «la renuncia cierra este caso y que este tipo de actitudes no son admisibles en el Frente Amplio», probablemente en un involuntario olvido de que la renuncia no cerrará los procesos judiciales iniciados por la propia Intendencia y otros actores públicos, y recientemente ampliados.
En ese sentido la Comuna de Canelones ya había realizado denuncias penales previas, en un caso recogiendo denuncias públicas del Diputado Lereté y en otro por la eventual falsificación de firma de un Concejal del Frente Amplio en ese Municipio.
También en ese sentido apunta la denuncia penal que sobre el particular realizaran en setiembre el Diputado Alfonso Lereté y el Concejal Vicente Amicone, y que ampliaran el último viernes aportando mayor documentación y denunciando nuevos actos irregulares en el entorno de la Intendencia y el Municipio cuestionado en torno a 38 toneladas de alimentos retirados para ollas y de los que se desconoce el destino.
Suponemos que también ese detalle se escapó al Presidente del Frente Amplio al hablar de «conductas inadmisibles» para su fuerza política, en tanto la misma apoyó y convocó a movilizaciones recientemente en rechazo a las medidas oficiales tomadas de retirar de la intermediación de alimentos a quienes no justificaban su buen uso, a la luz de situaciones irregulares como la denunciada en estos hechos.
No resulta difícil entonces concluir que quien salió mejor librada en torno a sus declaraciones sobre este hecho fue la Intendente de Montevideo, Carolina Cosse, quien por una vez frenó su acostumbrada práctica de opinar sobre todo, en forma inmediata y, suponemos que con gran esfuerzo de su parte, guardó silencio con respecto al fondo de la cuestión, limitándose a señalar las virtudes de las políticas de género de su administración.
Tal vez ello se deba a que el protagonista de los hechos, el renunciado Alcalde Erramouspe, representaba al Partido Comunista, fuerza con cuyo apoyo la Ingeniera Cosse espera contar en las próximas internas.
En efecto, Néstor Erramouspe resultó electo en las elecciones municipales del 2020, donde acudió a las urnas encabezando la lista 5280 S, que recibiera 666 votos de los 1894 sufragios del Lema Frente Amplio en la oportunidad, sobre un total de 5747 votos válidos emitidos, gracias al apoyo de varios sectores del Frente Amplio, entre otros Asamblea Uruguay, la 711 de Sendic y el PVP, además del Partido Comunista, del que el ya ex Alcalde es integrante.
En síntesis, un «Alcalde Clase A» de acuerdo a las clasificaciones del Intendente Yamandú Orsi, según las declaraciones que nos dejara horas antes de viajar a Brasil para darle su apoyo a quien, suponemos, también debe considerar un «Clase A», el ex Presidente Lula Da Silva, de quien también pudo decirse que «no coincide en las declaraciones, no comparte exactamente lo que dicen los funcionarios» en un proceso que lo llevó a estar más de 500 días preso.
