Escribe Alfredo Bruno
Una comunicación no orgánica surgida desde el Departamento de Economía de la FCEA contradice a lo comunicado por sus órganos oficiales, es emitida y luego eliminada en el Twitter de la Facultad, no sin antes perpetuarse al ser solícitamente levantada por medios de prensa.
Es conocida la situación en relación al título del ex Ministro y Senador Daniel Olesker, quien por décadas fuera definido como “Economista” y ocupara un cargo de Profesor Titular Grado 5 en la Facultad de Ciencias Económicas, pese a saberse ahora sin sombra de duda que jamás culminó sus estudios en ella y que su formación académica solo estaría respaldada por un Master cursado en la Universidad de Lovaina, de Bélgica, sobre el cual no se ha logrado información en esa casa de estudios.
Tampoco obra en poder de la Facultad local ningún tipo de elemento referido a esa actuación académica, como informó la propia FCEA en respuesta a un pedido de acceso a la información pública publicado días atrás en Contraviento, que pese a su carácter oficial y a ser visto y replicado por decenas de miles de lectores no recibió la atención de los medios de comunicación.
No sucedió lo mismo con el “comunicado” del Departamento de Economía de esa Facultad que, en el día de hoy viernes 3 de marzo, se publicara en la cuenta de Twitter de la FCEA, donde con fecha 3 de febrero y haciendo referencia a una reunión del Departamento de esa fecha, se realiza una apasionada defensa de la sedicente calidad de “Economista” del Señor Bachiller Daniel Olesker.
El comunicado dice, (o decía): “El título de ‘Economista’ como tal no se expide en esta facultad, a excepción de los egresados por el plan de estudios 1980. Sin embargo, con ese término se hace referencia comúnmente a cualquier persona con formación académica o especialización en el área económica, ya sea por poseer un título de grado o de posgrado”.
“El Profesor Olesker no es egresado de esta casa de estudios, ya que siendo estudiante sus estudios se vieron interrumpidos por la persecución política en tiempos de la dictadura militar, durante la cual fue preso. La intervención de la Universidad por parte de las fuerzas represivas implicó la destitución masiva de docentes, la censura de determinados tópicos y la persecución generalizada”
“En el caso de Olesker, a la salida de la cárcel no se le permitió culminar sus estudios universitarios”, (continuaba diciendo el “Comunicado”) pero que, “sin embargo, a partir de la formación obtenida hasta ese momento y su experiencia en investigación, fue aceptado para realizar una maestría en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, la cual culminó con gran éxito, obteniendo el título de Magister en Economía en 1985. Es decir, Olesker posee una formación académica de posgrado superior a la formación de licenciado”.
El «Comunicado» finalizaba aclarando que para ser Docente no se requiere título, y exhortando al Consejo “a abordar la situación de quienes, siendo estudiantes, fueron perseguidos políticos en tiempos de la dictadura militar, lo que les impidió culminar sus estudios en Uruguay, pero que, sin embargo, culminaron estudios asimilables en el exterior, a los efectos de reconocer formalmente sus méritos académicos y reparar, en la medida de lo posible, la injusticia cometida”.
Contradicciones
Como se recordará, la Facultad respondió oficialmente el 10 de febrero, a través de sus interlocutores hábiles, un pedido de acceso a la información pública en el que expresamente revela que “que no cuenta en sus registros con copia o constancia del título expedido por la Universidad de Lovaina en un curso de Maestría” relacionado al Señor Bachiller Olesker.
Las características del hecho nos llevan necesariamente a intuir, a falta de elementos firmes para conocer la realidad. Así, intuimos que en el caso de que la fecha del Comunicado fuera real, 3 de febrero, sus firmantes desconocerían la ausencia de documentación que respalde ese título del exterior, como es de estilo en cada Concurso, carencia que recién se conoció oficialmente el 10 de febrero.
En el caso de que la fecha fuera errónea y correspondiera al día de hoy solo nos queda concluir que no existe una buena comunicación entre el Departamento de Economía y las autoridades de la FCEA, que le habrían permitido conocer esa situación.
Digamos, en su descargo, que solo podrían haberse enterado a través de Contraviento, y lamentablemente no deben hallarse dentro de nuestros 100.000 usuarios, en tanto este fue el único órgano de prensa que se hizo eco de la situación.
No pasó lo mismo con el “Comunicado” del Departamento de Economía, que a escasos minutos de la publicación del mismo en la cuenta de Twitter de la FCEA fue recogido por Montevideo Portal, con amplia cobertura.
Curiosamente, el Twit que diera origen a esa publicación fue eliminado rato después de la cuenta oficial de la Facultad de Ciencias Económicas, y solo queda como testimonio del mismo la “cita” que sobre él se hace en la nota del principal portal nacional.
Tal vez alguien en la Facultad consideró demasiado que la cuenta oficial de la entidad difundiera la posición de una fracción que sostiene como reales hechos sobre los que la propia Facultad dijo desconocer.
Horas después, el “Comunicado” reapareció en la red del pajarito azul, pero ya desde la cuenta del departamento de Economía, lo que tal vez habría sido su destino más lógico, de no ser porque la misma no registra demasiada actividad.
Efecto Streissand
En el año 2003 la actriz y cantante Barbra Streisand demandó al fotógrafo Kenneth Adelman y a la página de fotografías pictopia.com, exigiendo eliminar una foto aérea de su mansión en California de un conjunto de fotografías del litoral de California tomadas para documentar la erosión costera, aduciendo que las fotografías publicadas sin autorización violaban su privacidad. Naturalmente, el incidente hizo que la foto en cuestión, (la imagen 3580 de un anodino trabajo ambientalista), fuera vista por millones de personas en línea, se convirtiera en un fenómeno viral y diera nombre a este tipo de situaciones.
Desde entonces se conoce con el nombre de la cantante cada vez que un intento de censura o encubrimiento de cierta información fracasa o es contraproducente, ya que esta acaba siendo ampliamente divulgada o reconocida, de modo que recibe mayor visibilidad de la que hubiera tenido si no se la hubiese pretendido acallar.
En resumen, el efecto Streisand ocurre cuando una persona o entidad intenta suprimir información o contenido en línea y, como resultado, atrae aún más atención y difusión del contenido en cuestión. A menudo ocurre en casos donde la información es de interés público, y las personas se sienten motivadas a compartir y difundir la información para defender el derecho a la libertad de expresión y la transparencia.
Naturalmente, esto nunca hubiera sido posible de mantener los medios de prensa la misma línea editorial que venían desarrollando sobre el punto, el silencio.
Se confirma una vez más aquello de como sale siempre el comedido…