Sirviéndose con una ensalada tenemos pronto un almuerzo. Una vez prontas es recomendable, como cualquier preparación apanado, darles un rato de frío. También podemos congelarlas y tenerlas prontas para otra oportunidad. Ponerlas en una bandeja plana, aceitada, y llevarlas al freezer hasta que estén congeladas. Luego se pueden guardar en una bolsa de freezer o el recipiente que tengamos. Descongelar al menos un poco antes de freír.
Ingredientes 4 o 5 porciones
1 paquete de espinacas de 300 gr congeladas
2 cdas de manteca
4 cdas de harina
1 taza de leche caliente
sal y pimienta
1 bandeja de champiñones
2 dientes de ajo picados
100 gr de queso semiduro rallado
100 gr de queso blando rallado (yo uso dambo o cuartirolo)
harina
2 huevos batidos
pan rallado
Descongelar y exprimir las espinacas todo lo posible. Picarlas y reservarlas en un bowl.
Preparar una salsa blanca bien espesa. Derretir la manteca, agregar la harina y dejar cocinar. Agregar la leche y revolver hasta que tengamos una salsa bien espesa. Condimentar y agregar a las espinacas.
Laminar los hongos y saltearlos en una sartén bien caliente con un chorrito de aceite de oliva. Cuando ya hayan cambiado el color, agregar los ajos y dejar unos segundos. Agregar a las espinacas.
Rallar los quesos (para facilitar el rallado del queso blando, poner un rato en el freezer) y agregar a la preparación.
Mezclar muy bien todo. Rectificar el condimento.
Dar la forma deseada y apanar con harina, huevo batido y pan rallado.
El pan rallado puede ser condimentado o no, el pan rallado japonés (Panko), hojuelas de papa deshidratada o mezclas. Fritar con aceite bien caliente para que no se abran.