De acuerdo a una tendencia ya clásica, sigue el Éxodo de Bancas de Diputados y una vez más la Capital vuelve a perder una en la Adjudicación Previa, de acuerdo a la cantidad de Habilitados para votar al cierre del Padrón.
Según lo informado por la Corte Electoral en la Circular 11.910 del 19 de agosto del corriente los nuevos guarismos determinan que la integración de la Cámara de Representantes a elegirse el 27 de octubre debería distribuirse de acuerdo al siguiente detalle:
Montevideo 38, Canelones 16, Maldonado 5, Rocha 2, Treinta y Tres 2, Cerro Largo 2, Rivera 3, Artigas 2, Salto 4, Paysandú 3, Río Negro 2, Soriano 2, Colonia 4, San José 3, Flores 2, Florida 2, Durazno 2, Lavalleja 2, Tacuarembó 3.
Así, una vez más Montevideo vuelve a perder una Banca, en un proceso que se ha verificado en forma constante en los últimos años, donde solo basta recordar que, en oportunidad de la primera elección a la salida de la dictadura, en 1984, Montevideo contaba con 48 Bancas en la Adjudicación Previa, si bien luego perdiera una en el Tercer Escrutinio, que fuera adjudicada a la Unión Cívica por Canelones y que ocupara el Escribano Hebert Rossi Passina.
Desde entonces la tendencia se ha mantenido, con un ritmo constante. En la elección de 1989 pasó a 47, en la del año 1994 bajó a 45, y en 1999 pasó a 44. Con el nuevo siglo perdió dos bancas, llegando a 42 en 2004 y luego una más en cada convocatoria hasta llegar a las 39 de la última elección, si bien luego la “recuperara” en el final.
Sucede que nada de esto es definitivo, en tanto la distribución de Bancas no se realiza por criterios geográficos, sino de votos y Partidos, en un doble equilibrio de representación proporcional e integral, y así todas estas cifras pueden sufrir transformaciones en el devenir final de los hechos.
¿Cómo se adjudican las Bancas a Diputados?
A diferencia de lo que sucede para conformar el Senado, donde todo el país es una sola circunscripción electoral, para conformar la Cámara de Representantes se utiliza un sistema doble, que en rigor es triple, donde se considera tanto la representación departamental como la partidaria.
Partamos de la base de que por disposición constitucional ningún departamento puede tener menos de dos Representantes, lo cual ya marca de entrada un criterio limitativo a lo que sería una representación proporcional estricta, según la cual algún departamento ni siquiera podría llegar a ostentar una Banca.
Por ello lo primero que se realiza por parte de la Corte Electoral es fijar la Adjudicación Previa, de acuerdo a los Habilitados para votar en cada departamento y a esa norma constitucional se asignan los cargos que en teoría deberían distribuirse.
El segundo paso se produce luego de la Elección, donde en base a los sufragios obtenidos por los respectivos Partidos a nivel nacional se produce la adjudicación a los Lemas.
De acuerdo a ello las respectivas Juntas Electorales Departamentales proceden a proclamar a los Representantes que hayan resultado electos “enteros” en sus departamentos, es decir que los votos por ellos obtenidos superen el valor de la cifra de repartición marcada.
«Tercer Escrutinio»
Las Bancas que no puedan ser adjudicadas de acuerdo a esos valores pasan entonces al coloquialmente llamado “Tercer Escrutinio”, a cargo de la Corte Electoral, donde se toman los cocientes que han quedado de todos los departamentos y se realiza una tabla en que se ordenan todas las cifras, donde cada unidad de adjudicación es cada Partido en cada departamento, y se adjudican las Bancas hasta cubrir todos los departamentos y todas las Bancas que corresponden a cada Partido.
Ahora bien, en las últimas Bancas suelen presentarse problemas, ya que pueden colidir los números de representación territorial con los criterios de adjudicación partidaria.
En ese punto nuestro sistema optó por priorizar el componente partidario del sufragio, seguros de que al no contar con regionalismos marcados ni disputas autonómicas el votante prefiere que su sufragio apoye la adjudicación de una Banca como Diputado a un correligionario de otro departamento antes que a un eventual adversario local.
Así, entonces, cuando un Partido obtiene una banca en un departamento, pero tuvo más votos en otro donde no logró representación, la banca se “traslada” desde su original ubicación en la Adjudicación Previa a su destino final en la proclamación.
Eso ha sucedido en incontables casos, el más reciente justamente con la “Banca 40” de Montevideo en la pasada elección de 2019, donde un lugar en la Cámara de Representantes originalmente previsto para el Departamento de Canelones fue adjudicado finalmente al Partido de la Gente, donde asumiera el Diputado Daniel Peña, de la hoja de votación 3000000 de Montevideo, que solo había obtenido 4.753 votos de los 11.715 que lograra su Partido en la capital.