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Contraviento

Aguas residuales: Montevideo lava sus culpas en el río

23 febrero, 2025
“Montevideo lava sus culpas en el río”

“Montevideo lava sus culpas en el río”. Fue una tarde en la rambla que el viento trajo esta frase, andando cerca de la playa del Gas. No supe quién la había expresado ni sus motivos. Su voz se escuchó como una mezcla de lamento y certeza. Continué caminando junto al entonces quieto río. Mientras escribía este informe, resurgió aquel instante en mi memoria.

Aguas montevideanas

En el desarrollo de este trabajo observaremos los indicios sobre que el tratamiento de las aguas residuales en Montevideo sería incompleto. Que aún se vierten efluentes sin tratamiento. Que se estaría ante la posibilidad de que el volumen de descargas diario pudiera estar superando la capacidad de dilución y asimilación del río. Además, que la hipersensibilidad ambiental se manifiesta de modo muy diferente ante empresas privadas o gobiernos socialdemócratas. No actúa igual ante situaciones generadas por empresas públicas en gobiernos de ideologías totalitarias.

Según datos de la Intendencia Municipal de Montevideo (I.M.M.), la compleja y extensa red de saneamiento cubre las necesidades de más del 93% de la población del departamento. Aún así, la crónica mala calidad sanitaria del agua ribereña persiste. Quisimos averiguar por qué. Es que las aguas residuales, incluyendo las de lluvia, contienen elementos contaminantes. Los cuales, al ser vertidos a los cursos de agua sin un adecuado tratamiento, pueden causar impacto ambiental. Incluso poner en riesgo la salud de la zona o región afectada.

¿Por qué la intendencia y no OSE? La Ley N.º 4.799 de 1913 expresa que todo lo relativo al saneamiento de Montevideo (aguas servidas y drenaje pluvial) está a cargo de la I.M.M. Su área de “Saneamiento y drenaje urbano” informa que: «… el saneamiento puede definirse como la infraestructura necesaria para recibir, conducir y alejar las aguas servidas desde donde se generan, por ejemplo, los hogares, hasta su punto de disposición final». Entiendo que esa fue la intención del intendente Aquiles Lanza, en 1986, cuando se dispuso que, mediante la instalación de un emisario subacuático, se alejaran las aguas servidas de la costa, para que al mezclarse con el río no representaran peligro ni suciedad costera.

Informa la intendencia que tal infraestructura consta de 10.800 bocas de tormenta, además de cámaras, colectores, estaciones de bombeo y otros puntos de atención que superan los 33 mil sitios. Se están realizando obras para ampliar la red y disposición final de las aguas residuales, pero la calidad sanitaria de la franja costera no es buena. Es que, aunque fuera eficiente la red de recolección terrestre y subterránea de tales efluentes, el problema estaría en el sistema de la disposición final de las aguas servidas.

Realizamos consultas informales que coincidieron en observar un funcionamiento de regular a bueno de la red actual. Aun cuando se nos advirtió sobre deficiencias en el sistema de prevención, mantenimiento y limpieza, mencionando diseños no adecuados en determinadas áreas (UAM). Todos coincidieron, sin embargo, en que ha sido y es de alto riesgo bañarse en las aguas de la costa de Montevideo. Algo menos riesgoso en áreas de Carrasco.

Al analizar los datos recogidos, desde el punto de vista periodístico, resultó particularmente llamativo un detalle en el sistema de vertido de aguas residuales: solo se filtran y decantan los sólidos más grandes. No se le realiza tratamiento biológico y químico. Por tal motivo se enviaron consultas a jerarcas de la entidad y especialistas en el tema, aunque hasta el momento no hemos obtenido respuestas.

Aguafuertes

Es una constante en los cursos de agua que recogen aguas residuales la presencia de contaminantes orgánicos, minerales y microorganismos patógenos, algunos de ellos de alto riesgo. Es por ello que a través del tratamiento sanitario se procura evitar la contaminación física, química y biológica de los cursos de agua receptores. Como resultado, se logra una notable mejora general de la calidad del agua disponible para abastecimiento y usos recreacionales o productivos. Mejorando por extensión el entorno ecológico y la calidad de vida de los habitantes.

De acuerdo a lo señalado por el ingeniero Paul Guyer, en “Una introducción al tratamiento de aguas residuales municipales”, el oxígeno disuelto es un elemento clave en la calidad del agua y el mantenimiento de la vida acuática. Al tiempo que los contaminantes vertidos resultan muy demandantes de oxígeno disuelto, el cual sustraen del medio marino. Si los vertidos superan la capacidad del curso de agua de asimilar y diluir el impacto, el ecosistema se degrada.

Como tales vertidos contienen todo tipo de patógenos y estos pueden entrar en contacto con los humanos al nadar, pescar u otras actividades, se impone desinfectar los efluentes para evitar enfermedades transmitidas por el agua. El otro aspecto de las aguas residuales es que contienen altos niveles de fósforo y nitrógeno. Este exceso estimula el crecimiento de plantas acuáticas y floraciones de algas. Los químicos orgánicos, inorgánicos y sintéticos deben eliminarse por ser potencialmente dañinos para la salud. El último aspecto que señala el ingeniero es el térmico. Las descargas suelen tener mayor temperatura que el medio acuático, afectando así el equilibrio ecológico del entorno marino.

Es por tales motivos que procesar los efluentes de forma completa es fundamental para preservar la salud de los cursos de agua y de la población. Se acepta internacionalmente que el proceso de tratamiento para aguas residuales consta de cuatro etapas: Preliminar, primario, secundario y terciario o avanzado. Seguramente habrá razones para que no siempre se ejecute el circuito completo. No hemos visto justificación técnica al respecto, solo económica por la alta demanda energética que requiere. A continuación, y a modo de ejemplo de tal ciclo de depuración, se observa la secuencia de tratamiento prevista para la Planta de Saneamiento de OSE en Ciudad de la Costa. Debe señalarse que, si bien se desinfectan con cloro los efluentes, no se menciona la realización de tratamiento químico. Al menos en la información general:

En la etapa preliminar del proceso, es donde se eliminan los sólidos más grandes mediante un sistema de rejas o tamices. También pueden utilizarse trituradores y decantadores. La etapa Primaria actúa removiendo los sólidos suspendidos mediante filtros, decantación y sedimentación. En la etapa secundaria se utilizan microorganismos y otros recursos biológicos para descomponer los contaminantes orgánicos. También pueden sumar aireación y oxigenación. Ya en la etapa terciaria se elimina el nitrógeno y fósforo, y cualquier contaminante químico residual. Se agrega desinfección y cloración para que el agua resultante pueda integrarse rápidamente a la naturaleza o ser utilizada para diferentes usos recreativos, industriales, de riego e incluso de potabilización.

Disposición final

La Planta de Pre-Tratamiento, Estación de Bombeo de Punta Carretas, tiene un Emisario Subacuático de 1 metro 80 de diámetro y 2.322 metros de longitud en dirección norte–sur. La información oficial que suministra la I.M.M. indica que la función del emisario es la de alejar dichas aguas de la costa y lograr la mayor dilución posible, de forma que se cumpla con los niveles aceptables de coliformes fecales en las playas. Por lo que el proceso solo elimina la mayor parte de los sólidos gruesos, arenas y flotantes. No cumple, de acuerdo con lo expuesto anteriormente, con las etapas secundaria y terciaria. Tampoco está previsto que se aplique el sistema completo en la nueva planta que se construye en Punta Lobos, al oeste de Montevideo.

Resumiendo lo anterior: Es innegable que Montevideo expulsa aguas servidas sin tratamiento biológico y químico a dos kilómetros de la costa. Las autoridades confían en que el río los disolverá y que no afectarán la calidad de vida del ecosistema y la población. Pero, ¿qué ocurre cuando esto no es posible? No conocemos planes de contingencia.

Si bien esto pareciera explicar la crónica contaminación costera, estudios realizados por el Ministerio de Industria, Energía y Minería, a pedido de la Intendencia de Montevideo, relativizarían tal conclusión. En “Determinación de los parámetros de la dispersión de contaminantes en las aguas costeras adyacentes al emisor subacuático de Punta Carretas”, enero 1997 y previos, se afirma:

“Como consecuencia del brusco aumento en la conductividad (y por tanto de la densidad) del agua existente en la zona del emisario cuando se alcanza una determinada profundidad, durante los meses abarcados por la campaña (verano-otoño temprano) las aguas residuales vertidas a través del mismo son atrapadas a niveles profundos, entre los 3.6 metros (primera detección de la pluma) y los 5.2 metros (quinta detección de la pluma). En consecuencia, las playas con una profundidad menor a 3 metros deben estar poco expuestas a contaminación proveniente de los caudales descargados a través del emisario: la mayor parte de las aguas residuales escapan de la zona de playas a través de flujos más profundos. Se comprobó que el emisario subacuático operaba de acuerdo a lo esperado en las condiciones prevalecientes en el momento del estudio (las usuales en la temporada estival) y no sería el principal responsable de la contaminación residual de las playas”.

Los resultados de este estudio exculpan, de alguna manera, al emisario de Punta Carretas de ser el responsable de la contaminación costera. Debiendo ser cuidadosos en su interpretación, ya que fueron realizados por organismos que controlan o generan tal situación. Cabe realizar la salvedad, de que en el mismo estudio se señala que las corrientes del río son altamente dinámicas, con gran incidencia de factores climáticos, estacionales y mareológicos que pueden alterar los parámetros.

En “Estudio con trazadores en las aguas costeras del Departamento de Montevideo”, octubre 2012, se expone:  «Estos tres cursos de agua (arroyos Pantanoso, Migueles y Carrasco, más algunos emisarios menores) están contaminados y degradados por numerosas descargas de aguas servidas domésticas y residuales industriales, así como también por basurales. La existencia en la zona de decenas de industrias, cuyos efluentes llegaban hasta hace pocos años, directa o indirectamente, al curso de agua, constituye uno de los factores determinantes de la contaminación de la Bahía de Montevideo».

A lo que debe agregarse: «La bahía opera como una bomba de descarga intermitente de contaminantes a las aguas costeras de Montevideo. De la estimación de los tiempos de transporte de los contaminantes presentes en las aguas costeras provenientes de la bahía (microbiológicos o químicos), se desprende que, en un lapso no mayor a cuatro días, un agente vertido en las dársenas del Puerto de Montevideo alcanza las aguas de la Playa Carrasco. En el caso del vibrión colérico, en las condiciones de temperatura y salinidad usuales en la temporada estival, cabe esperar una sobrevida promedio de más de cinco días. En consecuencia, debido a casos como éste, podría ser necesario tomar medidas sobre el uso de las playas en caso de producirse un accidente de contaminación en el puerto». «Existen zonas (por ejemplo; frente a Playa Pocitos) en las que un accidente de contaminación en la época estival que se produzca en la capa de agua por encima de la picnóclina puede presentar una gravedad especial».

Conclusiones

  • Vistos los anteriores documentos oficiales y antecedentes, se observan indicios sobre las causas de la crónica contaminación costera de Montevideo:
  • A) No se realiza tratamiento biológico y químico de las aguas servidas, obligando al río a procesar miles de toneladas de tóxicos en un plazo breve.
  • B) Al tiempo que se expulsan aguas servidas con solo un pretratamiento, se liberan toneladas de efluentes tóxicos con muy escaso o nulo tratamiento que demoran entre cuatro y cinco días para cubrir la costa de Montevideo.
  • C) Que no hay estudios independientes sobre la calidad del medio acuático de la costa del Río de la Plata, frente a Montevideo y Ciudad de la Costa. Quizás también sea necesario verificar frente a Piriápolis y Punta del Este.
  • D) Que la hipersensibilidad ambiental no se manifiesta con la misma rudeza y minuciosidad cuando los vertidos provienen de empresas u obras públicas, que cuando corresponden a empresas privadas u obras dispuestas por gobiernos socialdemócratas. Raro.

Se impone conocer cuál es la posición de los candidatos a dirigir la Intendencia de Montevideo. En tanto, se avanzó mucho en saneamiento, no hay dudas en ello, pero falta una gran tarea a realizar. Durante este trabajo surgió la incógnita de por qué no se realiza el ciclo completo de tratamiento de aguas residuales en la planta de Punta Carretas, siendo que tampoco está previsto en la nueva de Punta Lobos. No hemos tenido respuestas hasta el momento.

Mientras tanto, la desaseada Ciudad de Montevideo persiste en lavar sus culpas en el río.

“Montevideo lava sus culpas en el río”
“Montevideo lava sus culpas en el río”

Detalle publicado en el estudio sobre dispersión de contaminantes donde se señalan los puntos de vertidos con escaso o nulo tratamiento.