Operación Carne Podrida

Escribe Alfredo Bruno

Filtraciones de Inteligencia

No hay peor error en el ámbito investigativo, tanto en lo periodístico como en otros rubros, que confiar ciegamente en una fuente. En primer lugar, porque en su amplísima mayoría las fuentes no son de una pureza absoluta, suelen estar contaminadas de subjetividad e intereses, a veces muy mezquinos. Por otra parte, ello termina subvirtiendo el orden lógico y el investigador termina como peón de su fuente, sirviendo carne podrida en su mesa.

Así se denomina en el medio de la información a los insumos coherentes, que pueden ensamblar con los hechos conocidos en un esquema bien sistematizado, pero que contienen un núcleo falso o están animados por un interés espurio. La “carne podrida” tiene como fin principalmente inducir al error al investigador en un punto, para de esa forma descalificar a toda la investigación.

Una práctica no tan común, y por ello de gran eficacia, apunta también a usar interesadamente información real, para lograr un efecto estratégico sobre objetivos totalmente ajenos a los de la investigación.

Por ejemplo, instrumentar una operación contra las principales cabezas políticas de la Inteligencia Estratégica del Estado, a través del simple método de dejar caer en las manos de algún vocero documentos confidenciales, a los que se tuvo acceso por ser parte de los órganos redactores, pero hacerlo luego de que hayan tenido contacto con los mismos los miembros de la Comisión Parlamentaria de Inteligencia, que pasarían a ser de esa forma los principales sospechosos de la filtración.

De esa forma se obligaría al Jerarca a tomar medidas extremas, quedando enfrentado con quienes tienen la función legal de controlar su actuación desde el Parlamento, lo que minaría en gran forma sus apoyos políticos.

Recalculando

El 24 de octubre tuvo lugar una sesión de la Comisión de Control y Supervisión del Sistema de Inteligencia del Estado, de la que participaron Graciela Bianchi, Gustavo Penadés y Álvaro Viviano por el Partido Nacional, Raúl Batlle por el Partido Colorado, Daniel Caggiani, Micaela Melgar, Mariano Tucci y Diego Reyes por el Frente Amplio y Luis Alberto Posse, del Partido de la Gente, bajo la Presidencia del Senador Raúl Lozano, de Cabildo Abierto. Faltaron a la misma con aviso el frenteamplista Mario Bergara, el nacionalista Sebastián Andújar e Iván Posada, del Partido Independiente. Sin aviso, faltó César Vega del PERI.

Ese encuentro fue catalogado confidencial y secreto, en tanto en el mismo el Secretario de Inteligencia Estratégica del Estado, Dr. Álvaro Garcé, presentaría las bases del Plan de Inteligencia Estratégica del Estado.

Dicho Plan contendría los grandes lineamientos en la materia preparados por los distintos órganos oficiales integrantes de la Mesa Coordinadora de Inteligencia, entre otros los Servicios de Inteligencia de los Ministerios del Interior, Defensa y Relaciones Exteriores, la Dirección Nacional de Aduanas, Secretaría Contra Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo, etc.

Por ello, dado el carácter altamente reservado de la reunión en base al tema a tratar, la sesión se realizó sin la presencia de funcionarios, sin tomar Acta y sin utilizar sistema de audio, recordando además a los Sres. Legisladores que toda revelación de datos estaba legalmente prohibida y podría ser considerada como delito.

A pesar de eso, dos horas después parte del contenido de la Sesión se hallaba disponible en un medio de comunicación.

Primera Filtración

La Sesión de la Comisión Bicameral de Control y Supervisión del Sistema Nacional de Inteligencia del Estado se desarrolló entre las 15:00 y las 17:15 horas.

Menos de dos horas después, exactamente a las 19:12, fue subido a Twitter el segmento del informativo MVD Noticias, del canal TV Ciudad de la Intendencia de Montevideo, donde se anuncia en forma rimbombante que Álvaro Garcé “instruyó a la Policía a investigar posibles organizaciones, gremios o personas violentas en el país”, según el “nuevo Plan de Inteligencia Estratégica, al que tuvo acceso MVD Noticias.

Permítaseme una nota personal. No he estado cerca, siquiera, del Plan de Inteligencia Estratégica y sin embargo podría haber adelantado exactamente lo mismo, de la misma forma en que puedo asegurar que se encomienda a la Aduana el control de las operaciones de empresas sospechosas y seguir las Alertas de RILO.

Tampoco hemos estado en los movimientos preparatorios de la Selección de cara a Qatar, pero podemos asegurar que se preparan como goleros Rochet, Muslera y Sosa y no Suárez, De Arrascaeta u Ocampo.

Tal vez por ello se trató de dar mayor seriedad al envío, a través de lo que podía ser una lectura textual de un fragmento, relativo a lo dispuesto para la Dirección de Investigaciones del Ministerio del Interior.

No obstante, no hubo mayor avance sobre el resto del material ni se exhibió el ejemplar, algo a lo que difícilmente podría resistirse el poseedor de una exclusiva de este tipo.

Es decir, toda la primera filtración se limitó a anunciar que se tenía el material y difundir lo que diría una ínfima parte del mismo, de origen policial, con una presentación más adecuada a Halloween que a un contenido periodístico, destinada sin dudas a movilizar viejos fantasmas en el público objetivo de la emisión.

Segunda Filtración

A las 7:22 del 2 de noviembre, vale decir ocho días y 14 horas después de terminada la Sesión en el Parlamento, finalmente Eduardo Preve, Responsable de MVD Noticias, publica en su cuenta personal de Twitter el facsímil de lo que en teoría obraba en su poder, o en el del medio, desde más de una semana atrás.

En la oportunidad se señala además que “El Plan Nacional de Inteligencia 2022 consta de 14 páginas y dos anexos: Plan de Recolección y Plan de Contrainteligencia. Allí encarga la producción de inteligencia y brinda orientaciones a la Policía, RREE, Defensa, Aduanas, SENACLAFT, BCU, MIEM, JND y AGESIC.”

O sea, Rochet al arco, y si Valverde la encuentra cerca del área y ve la oportunidad que patee de una, sin dudarlo.

Más allá de los datos cuantitativos sobre páginas y anexos, nada nuevo se aportó con este material a lo ya anunciado 8 días y medio antes. Cabe plantearse entonces si darlo a conocer apuntaba a un interés periodístico, a asumir personalmente una eventual responsabilidad eximiendo a su medio, o se trataba de una “operación” más, esta vez de “blanqueo”.

Así, al mostrar que realmente se tenía ese material se probaría que el mismo se obtuvo de fuentes parlamentarias y no de otro de sus posibles orígenes. La demora, empero, lleva inexorablemente a pensar que el mismo se logró bastante después de que se instalara el tema por la primera filtración, con origen parlamentario pero ya con el atenuante del reflejo pavloviano en algunos Legisladores de hacer lo indebido, pero luego de que el daño primario ya estaba causado.

Naturalmente, entramos ya en terreno de especulaciones y en ese rumbo siempre nos resultan de gran ayuda las experiencias anteriores.

Antecedentes Sobre Filtraciones: 1 Del Senado

 

El 7 de junio de este año en su comparecencia ante el Senado el Ministro del Interior presentó, también en Sesión Secreta, el plan de la Cartera para el combate del narcotráfico.

En la oportunidad se realizó una presentación gráfica, donde se expusieron nombres, fotografías y datos de los integrantes de las principales organizaciones delictivas nacionales del rubro, algunos de ellos ya apresados y la mayoría aún en libertad.

Tras dicha Sesión, en la que participó todo el Cuerpo más Autoridades Policiales, hubo evaluaciones de contenido político y de gestión sobre lo expuesto, a favor y en contra, pero ningún dato de importancia se filtró al exterior sobre las informaciones vertidas. Nada en la prensa, nada en las redes sociales ni en las declaraciones de los 31 Senadores actuantes.

Antecedentes Sobre Filtraciones:2 De “la familia Fuentes”

No sería posible resumir aquí ni un ápice de todas las “versiones inteligentes” que se han dejado llegar a determinados periodistas en los últimos 20 años. Sería más práctico remitir a los curiosos a los archivos de algunos medios, convertidos en exultantes voceros de los “servicios” un día sí y otro también.

Por ello remitámonos a los dos casos más recientes, que aún procuran ocupar la agenda informativa nacional, Marset y Astesiano.

Como ya desarrolláramos oportunamente en ContraViento, el caso Marset muestra como un elemento marginal del mundo delictivo, en el mejor de los casos un mando medio, es convertido ante la opinión pública en una suerte de Zar del narcotráfico basándose para ello pura y exclusivamente en “informes de inteligencia”.

No importó si para ello hubo que violentar el sentido común, ir contra los marcos procesales o los propios pronunciamientos judiciales. Marset debía ser Al Capone, para así poder pegarle a todo lo que pudiera haber tenido algo que ver con su caso, e incluso a quienes funcionalmente no tenían nada que ver con ello, como el Director Nacional de Policía.

Por ese camino corrió también el caso Astesiano, donde igualmente circularon toda clase de versiones, siempre del mismo origen, que hicieron las delicias de los conspiranoicos nacionales.

La realidad, como ya vimos en ContraViento, era bastante más acotada y lo más preocupante que reveló fue la prolija y eficaz pasividad de los Servicios, sostenida por más de dos años en relación a Astesiano y por más de 10 en lo relativo a las sospechosas actuaciones de los gestores rusos en Uruguay que derivarían en los pasaportes fraguados.

 

Como corolario, no podemos omitir una cuestión que ocupó la agenda nacional por un par de días, cuando un comunicador denunció públicamente que se habían ordenado contra él vigilancias y seguimientos por parte de los Servicios, acusando de ello a Autoridades Policiales, en base a versiones que le habrían hecho llegar desde esos mismos Servicios que debían vigilarlo y seguirlo.

La del 30…

Por todo esto, y más allá de lo tentador que puede resultar atribuir culpas a algunos personajes, sobre todo a algunos que su pertenencia a una Comisión relacionada a “Inteligencia” parece un real sinsentido, creemos que no sería mala cosa detenerse un minuto a pensar, antes de tomar por caminos de difícil regreso.

Se encontraría potencialmente en juego la Libertad de Prensa, un pilar fundamental de la República, la Democracia y el Estado de Derecho, que en ningún texto establece que deba ser limitada por la moral y la ética de un comunicador.

A su vez el someter a pericias a los teléfonos de los Legisladores es algo tan demencial como el intento en su momento de hacerlo con el móvil de Ignacio Álvarez, que recibiera el repudio general.

Todo Legislador que tome en serio su función tiene en sus herramientas de trabajo innumerables informaciones privadas a las que accede precisamente por su función y sus fueros, y difícilmente alguno de quien son, somos, interlocutores de éstos estén, estemos, dispuestos a que se rompa unilateralmente ese vínculo de privacidad.

Por ello, antes de quemar Roma sería interesante agotar medios para determinar si no estamos ante “la del 30”.

O la vieja operación de contrainteligencia del tero y su nido…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

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