Por María José Peñagaricano| @criticamj1
Estamos acostumbrados al salmón de criadero, pero no dejen de probar el salvaje, con otro sabor y otra textura.
El bife de salmón salvaje es más pequeño, más fino que el de criadero por lo que se cocina más rápido aún y tiene más riesgo de secarse.
Para disfrutar de su sabor, es mejor comerlo lo más natural posible. Sal, un poco de pimienta y limón una vez pronto.
Un bife por persona, con algún acompañamiento es suficiente para cada comensal. El acompañamiento casi obligatorio del pescado son las papas que pueden ser hervidas, al horno, a la crema, etc. pero también podemos elegir un pure de boniatos, remolachas, cubos de zapallo salteados, etc.
La plancha o sartén (el hierro es el ideal) debe estar bien caliente. Poner un chorrito de aceite
Lavar y secar bien los bifes, condimentar y poner en la plancha del lado de la piel hasta que estén bien dorados y crocantes. Darlos vuelta y dejar cocinar no más de 1 minuto. Servir con limón natural o una salsa alimonada.