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Contraviento

Crónica de cómo se perdió Montevideo: Impericia

21 enero, 2025
La letra con sangre entra o Escena de escuela fue pintado por Francisco de Goya entre 1780 y 1785 y se conserva en el Museo de Zaragoza (España)

El relato minucioso, hasta si se quiere exasperante de los hechos, no pretendió juzgar «con el diario del lunes» emociones tan humanas como el miedo, el coraje, la cobardía o valentía, entre otras. La intención de la crónica estuvo en resaltar impericias de quienes dirigían los destinos de Montevideo, en ese entonces, y sus nefastas consecuencias.

Tal como pudimos apreciar, los desaciertos políticos impactan de modo severo y a largo plazo en la sociedad. Es por ese motivo que se exige a quienes ocupan o se postulan para cargos públicos que luzcan probidad moral, preparación y sentido común (al menos). A modo de un mínimo reaseguro para la ciudadanía ante lógicos errores o malas decisiones, porque en definitiva todos somos humanos.

“La letra con sangre entra”

Hace unos días, un distinguido columnista de Contraviento, planteó desde el título: “Las derrotas ¿enseñan?” Deberían, pero pareciera que no fueron suficientes. Tanto es así que aquellos errores de enero y febrero de 1807, parecieron replicarse en octubre y noviembre de 2024.

Meses antes de la invasión inglesa, Santiago de Liniers, estuvo en Montevideo y urgió realizar trabajos en la defensa. Señaló debilidades tales como murallas endebles y la necesidad de defender y artillar alturas aledañas a la ciudadela. No se hizo. Poco después, el cañoneo inglés derribo murallas y colocaron artillería en los puntos altos que había señalado Liniers, pero apuntando a Montevideo.

De la misma manera que en la actualidad se desdeñó el clamor para derogar la nefasta Ley 19580 que instauró prerrogativas. Violando el principio de igualdad ante la ley de los ciudadanos, derecho consagrado además, y casualmente, en la Constitución Nacional. Mucha menos atención se puso en desarmar políticas de género o encauzar las acciones de Fiscalía. Situación que pudiera emparentarse con la inexplicable inacción de Sobremonte ante el desembarco inglés.

Se ignoró la necesidad de eliminar monopolios públicos, regulaciones innecesarias o atender la asimetría cambiaria en fronteras. Encontrando aquí alguna similitud con las silenciosas retiradas de la caballería de extramuros en cuanta batalla estuvo.

Solo utilizar en caso de emergencia

Usted dirá que los puntos citados no representan el sentir de toda la sociedad. Es posible. Aun así, es innegable que esos reclamos representaban el sentir mayoritario de su base electoral.

En los capítulos de la crónica ha quedado en claro que los recelos entre Cabildos de Buenos Aires y Montevideo impidieron una acción conjunta y eficaz para defender el Río de la Plata. Lo importante y primero fue siempre su ciudad, su feudo. Algo así como que hoy cada partido se considera único y superior, utilizando a la Coalición solo ante casos de emergencia.

Quizás usted considere que Montevideo se perdió porque el oponente era más numeroso, ordenado y preparado. Que lo rescatable fue el denuedo español y criollo demostrado en desigual lucha. Es tan cierto eso como que de las derrotas se debiera aprender. Porque tal como pasara en aquel Montevideo de 1807, de poco valió el denuedo ante la tristeza de ver desfilar a los enemigos victoriosos por las calles.

Secuencia:

1— Crónica de cómo se perdió Montevideo

2— El desembarco

3— Derrotas y Sitio inglés

4— El final

Ilustración: La letra con sangre entra o Escena de escuela. Francisco de Goya (1780 y 1785) Museo de Zaragoza (España).